II Domingo de Adviento: "Una voz clama en el desierto: Preparad el camino al Señor, allanad sus senderos" (Mt. 3, 3)

En esta segunda semana de Adviento seguimos "preparando el camino al Señor", y en este caso nos proponemos conseguir nuestra propia conversión. ¿Y para qué? Pues para acoger el Reino de Dios en todo su esplendor, que es el de los más desfavorecidos, el de una sociedad justa, el de unos cristianos que son capaces de perdonar sin condición, de amar sin condición...
Es un esplendor poco esplendoroso porque no reluce ni quedas mejor por acoger el Reino de Dios y, sin embargo, los cristianos estamos llamados a la conversión en cada momento porque es nuestra misión construir un lugar que es mejor para todos.
En definitiva, que como se hace camino al andar, la conversión implica una actitud común y activa de toda la Iglesia, y más concretamente, también de nuestra parroquia.

Los niños de toda la catequesis ya se han puesto manos a la obra y, por cursos, están preparando el Festival de Navidad que tendrá lugar el 18 de diciembre a las 17 h. en el salón de actos de la parroquia. Hasta los más mayores, los jóvenes de los grupos de Confirmación y Postconfirmación están haciendo de las suyas para celebrar como Dios manda un día tan especial para toda la catequesis:
¡¡Celebramos todos juntos la Navidad, el nacimiento de Jesús!!
Este buen ambiente que entre todos podemos crear es una estupenda forma de conversión como Comunidad, ¿no te parece?

En otro orden de cosas, debemos decir que este domingo hemos encendido la segunda vela del Adviento y hemos recibido a tres nuevas figuras en nuestro Nacimiento de la catequesis familiar, son José y las pastoras (porque, como podéis comprobar, en nuestro Nacimiento son mujeres).

¡FELIZ SEMANA!