Queridos hermanos y hermanas:

Muchas son las dificultades de nuestro tiempo,
pero más fuerte es la esperanza, porque
«un niño nos ha nacido» (Is 9,5).

Él es la Palabra de Dios
y se ha hecho un bebé,
sólo capaz de llorar y necesitado de todo.

Ha querido aprender a hablar,
como cada niño,
para que aprendiésemos a escuchar
a Dios, nuestro Padre,
a escucharnos entre nosotros
y a dialogar como hermanos y hermanas.

Oh Cristo, nacido por nosotros,
enséñanos a caminar contigo
por los senderos de la paz.

¡Feliz Navidad a todos!

 (Francisco)