PLEGARIA DE UN PADRE-MADRE
Gracias a todos los que habéis participado en la en la charla "La Fe en las familias" impartida por Conchi del Colegio Mª Reina Inmaculada.
Para que todos podamos disfrutar de lo vivido hoy, nos ha dejado la
Para que todos podamos disfrutar de lo vivido hoy, nos ha dejado la
"Plegaria de un padre-madre"
Ayúdame, Señor, te lo suplico, a entender a mis hijos, a escucharlos pacientemente
Ayúdame, Señor, te lo suplico, a entender a mis hijos, a escucharlos pacientemente
cuando tengan algo que decirme, y a contestar sus preguntas sin alterarme.
No permitas que los interrumpa y menos que los contradiga sin razón. Concédeme
la Gracia de ser siempre tan educado con mis hijos, como yo quiero que ellos sean
conmigo cuando crezcan.
Evita que me ría de sus errores o que los castigue avergonzándolos o poniéndolos en
ridículo.
Jamás permitas que induzca yo a mis hijos a mentir o a tomar lo ajeno.
Guíame siempre, Señor, hora tras hora, para que pueda yo demostrarles con todo cuanto
haga o diga, que sólo la honestidad y la honradez traen consigo la felicidad.
Cuando me salga de mis casillas, ayúdame, Señor, a contener la lengua.
Ciégame para no ver los pequeños errores de mis hijos, pero dame Tu Luz para ver bien
las cosas buenas que tienen y que hacen.
Pon siempre en mis labios la palabra justa para cuando merezcan elogio.
Ayúdame a tratarlos de acuerdo con su edad y no permitas que exija de ellos que razonen como adultos y tengan juicios que sólo da la experiencia.
No permitas que les robe la oportunidad de cuidarse ellos mismos y de que piensen y
lleven a cabo sus propias decisiones.
Una cosa sobre todo, te pido, Señor, que no permitas que llegue nunca a castigar a mis
hijos tan sólo para satisfacer mi egoísmo, que nunca descargue sobre ellos mi ira.
Permíteme que pueda yo concederles todas las satisfacciones que sean razonables, pero
al mismo tiempo haz que tenga el valor suficiente pata no concederles cualquier
privilegio que pueda perjudicarlos.
Concédeme, finalmente, ¡Señor Todopoderoso!, que sea siempre digno de que mis hijos
me amen y de que me imiten en lo bueno y que guiándoles, les lleve a Ti. Amen.